Después de reconocer las principales contribuciones de Ernest Gellner al conocimiento social, el autor de este ensayo se propone identificar las correcciones, adecuaciones y ampliaciones que el propio pensador de origen checo introdujo en su obra en fecha más reciente. Quizá no se pueda decir que hay un último Gellner, distinto al primero, pues predomina la unidad y la continuidad en su obra. Sin embargo, si se puede percibir en su últimos trabajos un afán original por adaptar su esquema de explicación de fenómenos como la religión, la modernidad y el nacionalismo, a las nuevas señales que arrojaba la cambiante realidad de fin de siglo. la conclusión de este ensayo es que en el intento se colmaron algunas lagunas y se iluminaron algunas obscuridades presentes en la obra inicial de Gellner.