El año 2006 marcó en Bolivia el inicio de un nuevo ciclo de transformaciones sociales, económicas y políticas enmarcadas en el proceso de refundación del Estado. Desde la revolución de 1952 hasta finalizar el Siglo XX se había alcanzado una crisis sin precedentes debido a la incapacidad de garantizar un proceso de desarrollo con inclusión social. Han transcurrido diez años desde la introducción de importantes cambios institucionales en el país, impulsados por movilizaciones sociales que exigían la transformación del modelo económico y del sistema de representación y participación política.
A la vez la realidad social en Bolivia se transformó como producto de profundas mutaciones demográficas, reducción de la pobreza, universalización de los servicios básicos, ampliación de las clases medias y modificaciones en los patrones de consumo urbano. Las mismas fueron tanto resultado de la acción del Estado como lo de los sujetos sociales individuales y colectivos.