Desde el 10 octubre de 1982, Bolivia ha transitado ya casi 20 años de democracia ininterrumpida en contraposición a cerca de cuatro lustros anteriores de inestabilidad institucional, iniciada en 1964, etapa que estuvo signada por golpes de estado, gobiernos de facto y breves períodos constitucionales.
Sin embargo, a pesar de haber vuelto el país a un Estado de Derecho, Ios primeros años de vida constitucional estuvieron marcados por hechos irregulares, de vieja práctica, que dieron Iugar a que se cuestionaran las tareas y la honorabilidad de las cortes electorales, integradas por representantes de partidos políticos. La administración de Ios procesos electorales se ejercitaba en función de preservar Ios intereses partidarios en una especie de control interno. Esas actitudes, al final, echaron por tierra la credibilidad del sistema electoral y pusieron dudas sobre Ios resultados de Ios propios comicios.
La situación llegó a tal extremo que fueron los propios partidos políticos, a convocatoria de la Iglesia Católica, los que decidieron cambios sustanciales en la Ley Electoral referidos a la conformación de las cortes electorales y a otros hechos administrativos básicos de los procesos electorales.
Esta breve reseña se propone describir, a grandes rasgos, Ios aspectos fundamentales de los procesos electorales de Ios últimos cincuenta años, partiendo de la implantación del “voto universal”, en 1952.