Historias de vidas : mujeres sindicalistas.
Por: Friedrich Ebert Stiftung.
Colaborador(es): Gonzáles, Inés.
Tipo de material: TextoEditor: La Paz: Friedrich Ebert Stiftung, 2012Descripción: 210 p.Tema(s): Mujeres | Mujeres en la política | Sindicalismo | Historia | Mujeres sindicalistasResumen: Para la mayoría de las mujeres, incursionar en el mundo sindical representa un triple desafío. Se trata, en primera instancia, de vencer el miedo a un “territorio” que se siente ajeno, no propio de las mujeres ni apropiado para ella; este territorio puede tomarse hasta hostil con las “recién llegadas” que, en segunda instancia, deben aprender códigos, lenguajes, actitudes y hasta posturas determinadas para ser aceptadas y ellas mismas darse el permiso de estar ahí, con una identidad muchas veces encubierta, que las orilla en algunos casos, a parecerse más a ellos que a las mujeres. En tercer lugar y considerado por la mayoría como uno de los desafíos más importantes, está el hecho de tener que “renunciar” a la familia y a los/as hijos/as, dado que muy pocas son las mujeres dirigentes declaradas en comisión que ocupan el tiempo de su trabajo a las tareas dirigenciales. Las mujeres que se arriesgan a incursionar en la dirigencia sindical, deben sumar a sus otras jornadas la carrera dirigencial.Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libro | Cedoc - Tribunal Supremo Electoral Fondo boliviano | Colección bibliográfica | BO 323.34 F981h | Disponible | 2019-0483 |
Para la mayoría de las mujeres, incursionar en el mundo sindical representa un triple desafío. Se trata, en primera instancia, de vencer el miedo a un “territorio” que se siente ajeno, no propio de las mujeres ni apropiado para ella; este territorio puede tomarse hasta hostil con las “recién llegadas” que, en segunda instancia, deben aprender códigos, lenguajes, actitudes y hasta posturas determinadas para ser aceptadas y ellas mismas darse el permiso de estar ahí, con una identidad muchas veces encubierta, que las orilla en algunos casos, a parecerse más a ellos que a las mujeres. En tercer lugar y considerado por la mayoría como uno de los desafíos más importantes, está el hecho de tener que “renunciar” a la familia y a los/as hijos/as, dado que muy pocas son las mujeres dirigentes declaradas en comisión que ocupan el tiempo de su trabajo a las tareas dirigenciales. Las mujeres que se arriesgan a incursionar en la dirigencia sindical, deben sumar a sus otras jornadas la carrera dirigencial.
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