Organizaciones juveniles en El Alto : reconstrucción de identidades colectivas
Por: Méndez Padilla, Ana Bertha.
Colaborador(es): Pérez Sánchez, Renán.
Tipo de material: TextoSeries Investigaciones Regionales El Alto No.4.Editor: La Paz : Fundación PIEB, 2007Descripción: 99 p.ISBN: 9789995432089.Tema(s): Organizaciones juveniles | Identidad cultural | Socioculturales | Política social | Investigación social | El AltoResumen: La situación de la población juvenil de la ciudad de El Alto constituye una preocupación central, no solamente de manera general para la sociedad alteña sino para los propios jóvenes que habitan la urbe, ya sea porque son considerados como un potencial cuerpo de presión social, o porque son una población necesaria para algún partido político al momento de decidir las elecciones, o porque representan una creciente masa de potenciales consumidores de productos culturales modernos. Sea por la razón que sea, los jóvenes son los principales protagonistas en esta ciudad llena de contrastes y de esperanzas. Los sucesos de octubre de 2003, que costaron la vida a muchos alteños, enfatizaron en una problemática que para los jóvenes de esta urbe siempre estuvo presente: la demanda de “ser escuchados” traducida a través de sus prácticas y maneras de reclamar y que ha sido una de las principales motivaciones para agruparse en organizaciones que aportan de manera tal vez no muy reconocida públicamente, pero que se insertan en lo que ellos llaman “nuestro espacio”. Espacio que debe entenderse como el de todos y donde el trabajo y la enseñanza de los jóvenes tienen que ver con la intención de apropiarse de la realidad y de transformarla.Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libro | Cedoc - Tribunal Supremo Electoral Fondo boliviano | Colección bibliográfica | BO 345.27 M266o No.4 | Disponible | 2019-0406 |
La situación de la población juvenil de la ciudad de El Alto constituye una preocupación central, no solamente de manera general para la sociedad alteña sino para los propios jóvenes que habitan la urbe, ya sea porque son considerados como un potencial cuerpo de presión social, o porque son una población necesaria para algún partido político al momento de decidir las elecciones, o porque representan una creciente masa de potenciales consumidores de productos culturales modernos. Sea por la razón que sea, los jóvenes son los principales protagonistas en esta ciudad llena de contrastes y de esperanzas.
Los sucesos de octubre de 2003, que costaron la vida a muchos alteños, enfatizaron en una problemática que para los jóvenes de esta urbe siempre estuvo presente: la demanda de “ser escuchados” traducida a través de sus prácticas y maneras de reclamar y que ha sido una de las principales motivaciones para agruparse en organizaciones que aportan de manera tal vez no muy reconocida públicamente, pero que se insertan en lo que ellos llaman “nuestro espacio”. Espacio que debe entenderse como el de todos y donde el trabajo y la enseñanza de los jóvenes tienen que ver con la intención de apropiarse de la realidad y de transformarla.
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