En esta primera década del siglo XXI, España se ha constituido en el segundo destino migratorio más significativo de los bolivianos. Si bien las migraciones internacionales del país no son en sí un tema nada novedoso, sí es evidente su reciente grado de “visibilización” en la opinión pública nacional, lo cual a su vez corresponde con este ciclo migratorio (2002-2007) hacia España, donde se estima que residirían alrededor de 350 mil compatriotas.
El texto plantea tres ejes analíticos que aportan substancialmente al conocimiento de los flujos migratorios transnacionales. En primer lugar, se aborda de manera minuciosa las denominadas cadenas y redes migratorias construidas en base a las relaciones de parentesco andino, y que son las que dinamizan los desplazamientos poblacionales desde el altiplano a destinos que se encuentran más allá del Atlántico. Asimismo, se analizan los cambios generados en las estructuras familiares producto de las ausencias de algunos miembros de la familia y, finalmente, se plantea el surgimiento de nuevas formas de movilidad social y de prestigio en las sociedades de destino edificadas en función a las trayectorias migratorias.