En sociedades que se presentan a sí mismas como democracias liberales, el ideal de la igualdad ante la ley es regularmente desafiado por la desigual distribución del poder y la influencia y por la jerarquización moral de categorías y grupos sociales sobre la base de características específicas, reales y supuestas. La riqueza puede corromper, y a pesar de la muerte de la criminología lombrosiana, las mujeres, personas de color, miembros de "minorías sexuales" e inmigrantes tienden a sufrir un tratamiento distinto por parte de la policía y los tribunales en, pero generalmente contra, su interés bien entendido.