"En la temática de la teoría de la historia el estudio de las fuentes y su valoración tienen mayor relevancia para una correcta interpretación que aproxime lo más posible al historiador a la reconstrucción de nuestro pasado como elemento indisociable de la proyección de nuestro futuro. Los libros de relato e interpretación de la historia universal, nacional, local, las memorias, las biografías tienen el deliberado propósito de conservar las memoria de los hechos históricos y por ello mismo son sospechosos de marcar tendencias que de alguna manera influyan la verdad que expresan. En cambio, a los fines de conocimiento histórico objetivo, las fuentes de la historia que se producen sin intención de hacer historia universal, nacional o local no son sospechosas de tergiversar la verdad estricta de los hechos".
"El libro de Luis Oporto Ordóñez corresponde a la segunda categoría puesto que no está concebido como un documento de interpretación o narración histórica sino como un instrumento que ayuda a documentar de manera rigurosa v objetiva la continuidad, vigencia, validez y constancia de las leyes, decretos, resoluciones y otras disposiciones legales dictadas desde 1825 hasta el presente, en base a una investigación seria y parmenorizoda"