En este breve ensayo, deseo plantear la cuestión de una visión andina sobre esta "luz de la Razón" y sus consecuencias prácticas expresadas en los intentos del Estado de ejecutar un arrollador programa de Reforma. ¿Cómo se vislumbra el "liberalismo ilustrado" desde fuera, desde esta zona de sombras del más allá, que apareció a Joseph Conrad -ese observador tan "civilizado" de los márgenes de la "civilización “como el corazón de la oscuridad? ¿Y cómo es juzgado por los "salvajes" cuyo ser social pretende remodelar enteramente? Estas preguntas importan por varias razones, pero en este contexto ninguna es más vital que la necesidad dc relativizar nuestras propias pretensiones a un discurso de universalidad, en tanto herederos de la misma tradición historicista que dio a luz el "liberalismo ilustrado" hace unos dos siglos. La incorporación dentro de un discurso universalizado, como la incorporación dentro de un mercado global o un Estado-Nación, inter alia un mecanismo para asegurar la ausencia de alternativas culturales que podrían representar una amenaza a una específica hegemonía histórica.