En este ensayo, el autor realiza una evaluación crítica de la tesis habermasiana clásica de la esfera pública y destaca una de sus contradicciones internas, derivada de la fidelidad del joven Habermas a la tradición de la Escuela de Frankfurt: la idea de que hay una similitud entre la forma mercancía y la producción de los productos culturales. Para el autor, ambos procesos tienen que ser analizados con categorías diferentes. La recepción tiene que ser entendida no como un proceso pasivo sino reflexivo, que implica siempre una dimensión interactiva y dialógica. A partir de esta aportación, el concepto de esfera pública recupera su dimensión crítica y su potencial democrático.