La estrategia de mantener la forma mercancía presupone el crecimiento de las formas de producción organizadas estatalmente que están exentas de la forma mercancía. Esto, otra vez, es una contradicción solo en un sentido estructura una fuente posible de conflictos y desarrollos estabilizadores que a su vez permanecen contingentes sobre la acción política consistente a la organización dirigida a los eslabones más débiles en el mundo de las relaciones de intercambio. Aunque todavía es un enigma para muchos marxistas que se considera a sí mismo “ortodoxos”, es evidente que los mayores conflictos sociales y luchas políticas que tienen lugar a América y Europa occidental durante los 60 no tuvieron lugar dentro las relaciones de intercambio entre trabajo y capital. Más bien ocurrieron como conflictos sobre el control de las organizaciones de producción social que sirven a la forma mercancía sin ser ellas mismas parte del nexo mercancía. Los conflictos en las universidades, escuelas, prisiones, organizaciones militares, autoridades de vivienda y hospitales son los casos de cuestión. Sugerimos que una explicación de este conflicto puede y debe basarse en las considerada de que tales organizaciones administrativas representan las formas más avanzadas de erosión de la forma mercancía dentro de las mismas relaciones de intercambio capitalista.