Los fenómenos de casuismos electorales no son una práctica exclusiva del Brasil, debido a que en casi todos los países del mundo, la fracción del gobierno intenta manipular la legislación electoral para mantener su mayoría, y perpetuarse en el poder. Como por ejemplo la práctica de gerrymander usada a mediados del siglo XIX en el Estado de Massachusetts en Estados Unidos para rediseñar circunscripciones electorales con el fin de reforzar la mayoría favorable al entonces gobernador Gerry.
A pesar de que este trabajo se va a concentrar en la manipulación de las normas electorales y constitucionales, conducida por los militares y después por los civiles, durante el período posterior a 1964, el Brasil ha tenido una larga tradición de "ingeniería electoral". Esta ha sido emprendida por las élites en cada época, que buscaban ventajas políticas, para mantener su partido (ARENA y después PDS) con mayorías en el Congreso. Con el retorno de los gobiernos civiles en 1985, continuaron los casuismos con una nueva ley electoral a la víspera de cada elección.