Las elecciones de 1985 han tenido, sin lugar a dudas, un significado del que carecieron las anteriores. La qu e la precedió, se realizó en 1980, luego de doce largos años de gobierno militar y se hizo además bajo especificas normas transitorias, que no han vuelto a repetirse. Por lo demás si bien sanciionada formalmente, la carta Polítca de 1979 no fue conocida, publicada oficialmente, ni menos aún aplicada a plenitud al momento del acto electoral de 1980, convocado como se ha dicho, por un gobierno de facto, que entregó el mando a uno elegido popularmente, y con una legitimidad indiscutible. Pero el gobernante elegido en 1980 sucedía a un gobierno que no debía su título al mandato de las urnas. Ahora, en 1985, se daba el caso, sólo precddido pr la trasmisión de mando ocurrida en 1912, en la cual un Presidente elegido constitucionalemte en forma inobjetable, sería sucedido por otra que no lo era de igual forma. De ahi la importancia politica e institucional de este aconcecimiento programado para 1985.