25 años de democracia es al mismo tiempo una obra de educación ciudadana, de pedagogía democrática por tres razones fundamentales. La primera, pretende recordar que la democracia no es el estado natural de la sociedad. Ello implica recordar que antes de la democracia hubo gobiernos autoritarios y de manera más profunda subrayar que el régimen democrático se construye, que en un cuarto de siglo progresivamente se han ampliado los espacios de decisión y de elección de los ciudadanos, ha mejorado la protección de los derechos individuales, se han organizado de manera más adecuada los equilibrios de poder, se han afianzando las instituciones. Quien hable de logros y de avances también debe guardar presente que ellos son frágiles y reversibles, lo que llama a una constante vigilancia. Muchas fotos hablan de esa lucha por mejorar la calidad de la democracia.